No es extraño que un establecimiento que se anuncia bajo el
epígrafe de showroom, restaurante y club despierte cierta desconfianza
entre quienes buscan buena cocina. Si además, resulta que es propiedad
de un acaudalado empresario ruso, y cuenta con espacios privados para
tomar copas que por las noches acogen a buena parte del famoseo que
circula por la ciudad, las sospechas se incrementan. El cuidadísimo
interiorismo, que firma Eva Martínez, y la amplitud del local, que suma
todos los ingredientes para convertirse en uno de esos lugares para ver y
ser visto, podrían alimentar el prejuicio de que aquí no se come bien. Y
no es así, en absoluto. Quien dirige la cocina es un chef de la talla
de
David Reartes, un tipo con una larga experiencia que
en menos de un año consiguió convertir su modesto restaurante Blanc de
Tòfona en un éxito y recibir los mejores elogios de los gastrónomos.
Confiesa
Reartes lo mal que lo pasó cuando decidió marcharse de aquel
restaurante –que al poco tiempo cerró– por las diferencias de criterio
con su socia, que, explica, eran insalvables. Y cómo se armó de valor,
después de tocar fondo anímicamente, para emprender una nueva aventura
en Ibiza, donde dirige las cocinas del Cala Bassa Beach Club, trabajo
que alterna con su responsabilidad como chef mánager en el
Díme,
donde quien se ocupa del día a día de la cocina es su mano derecha, el
argentino Martín Vázquez. Es el quien prepara los platos que van
apareciendo en la mesa mientras Reartes habla de productos, de sabores,
de la necesidad de controlar el detalle, y anuncia inminentes proyectos
en Madrid: Re-art, el que será su nuevo restaurante gastronómico, y un
establecimiento de plancha, Re-tro, en el mercado de la Ribera.
Llegan
platos refrescantes y joviales como el tartar de atún con fresitas y
huevas (una elaboración que nació en Blanc de Tòfona), un tiradito (que
necesita un retoque), una caballa con verduritas, un sunomono (evolución
de un plato que nació en los años en que estuvo en Santa Maria con Paco
Guzmán), unas mollejas con naranja, un goloso ravioli de calabaza con
rabo de toro y albahaca, un rigatoni de gamba, un pulpo en chop-suei con
papada, una corbina acompañada de un falso risoto y una costilla de
asado memorable
Para compartir- Pulpo soasado en chop suey, verduritas y papada crujiente.
- Mollejas de ternera en gastrique de limón y salsifíes.
- Tartar de atún con fresas y huevas de caviar de trucha.