domingo, 4 de noviembre de 2012

Magazine de La Vanguardia...


DIME

Texto de Cristina Jolonch
Foto de Maite Cruz
Díme
No es extraño que un establecimiento que se anuncia bajo el epígrafe de showroom, restaurante y club despierte cierta desconfianza entre quienes buscan buena cocina. Si además, resulta que es propiedad de un acaudalado empresario ruso, y cuenta con espacios privados para tomar copas que por las noches acogen a buena parte del famoseo que circula por la ciudad, las sospechas se incrementan. El cuidadísimo interiorismo, que firma Eva Martínez, y la amplitud del local, que suma todos los ingredientes para convertirse en uno de esos lugares para ver y ser visto, podrían alimentar el prejuicio de que aquí no se come bien. Y no es así, en absoluto. Quien dirige la cocina es un chef de la talla de David Reartes, un tipo con una larga experiencia que en menos de un año consiguió convertir su modesto restaurante Blanc de Tòfona en un éxito y recibir los mejores elogios de los gastrónomos.

Confiesa Reartes lo mal que lo pasó cuando decidió marcharse de aquel restaurante –que al poco tiempo cerró– por las diferencias de criterio con su socia, que, explica, eran insalvables. Y cómo se armó de valor, después de tocar fondo anímicamente, para emprender una nueva aventura en Ibiza, donde dirige las cocinas del Cala Bassa Beach Club, trabajo que alterna con su responsabilidad como chef mánager en el Díme, donde quien se ocupa del día a día de la cocina es su mano derecha, el argentino Martín Vázquez. Es el quien prepara los platos que van apareciendo en la mesa mientras Reartes habla de productos, de sabores, de la necesidad de controlar el detalle, y anuncia inminentes proyectos en Madrid: Re-art, el que será su nuevo restaurante gastronómico, y un establecimiento de plancha, Re-tro, en el mercado de la Ribera.

Llegan platos refrescantes y joviales como el tartar de atún con fresitas y huevas (una elaboración que nació en Blanc de Tòfona), un tiradito (que necesita un retoque), una caballa con verduritas, un sunomono (evolución de un plato que nació en los años en que estuvo en Santa Maria con Paco Guzmán), unas mollejas con naranja, un goloso ravioli de calabaza con rabo de toro y albahaca, un rigatoni de gamba, un pulpo en chop-suei con papada, una corbina acompañada de un falso risoto y una costilla de asado memorable

Para compartir- Pulpo soasado en chop suey, verduritas y papada crujiente.
- Mollejas de ternera en gastrique de limón y salsifíes.
- Tartar de atún con fresas y huevas de caviar de trucha.

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